Sobre mi

Mi nombre es Héctor Morales, soy originario de Monterrey, México y al momento de escribir esto, tengo veintitrés años de edad.

Profesionalmente me dedico a la ingeniería de software, ayudando tanto a individuos como organizaciones a materializar su visión a través de tecnologías computacionales. Estoy seguro de que a medida que crezca el contenido en este blog será bastante evidente mi pasión por la ciencia y la tecnología.

El resto de mi tiempo lo divido indiscriminadamente entre los siguientes aspectos de la vida:

  • Arte: dibujo, acuarela y más recientemente óleo.
  • Literatura: bibliófilo confirmado (pasta dura a morir), novelista frustrado.
  • Filosofía: técnicamente (esta palabra la voy a abusar en este blog) un subconjunto de la literatura, pero mi amor por el conocimiento amerita esta distinción. Si tuviera que casarme con una corriente filosófica, sería el existencialismo.
  • Miscelánea:
    • Cinéfilo: puedo citar cualquier película buena que haya visto, y he visto muchas.
    • Cultura general: Soy curiosidad encarnada, lo cual me ha llevado a amasar una cantidad ofensiva de conocimiento (en su mayoría inútil) que puedo regurgitar sin la más mínima provocación (acércate a mi en un evento social bajo tu propio riesgo).

Dicho todo esto, podrás estar pensando: «El que mucho abarca, poco aprieta». Tendrás toda la razón, pues aunque mi conocimiento en los temas anteriores no es para nada deleznable, ni soy ni me considero un experto en ninguno de ellos. Espero quede bien claro que este es un blog de opinión, reflexión e introspección, no un repositorio de artículos académicos, por más que mi redacción sugiera lo contrario.

Sobre el blog

¿Por qué Technical Boy?

Habiendo dejado claro que soy un hombre del renacimiento, al menos en mis propios y arrogantes ojos, ahora me gustaría enfocarme en lo que concierne a este blog. Empiezo por el nombre.

El Technical Boy (Niño Técnico) es un personaje de una de mis novelas favoritas: American Gods de Neil Gaiman (autor de otros títulos como Coraline, la serie de novelas gráficas The Sandman y una hermosa antología de mítos nórdicos llamada, apropiadamente, Norse Mythology). En American Gods, el Technical Boy es uno de los New Gods (dioses nuevos), específicamente y como su nombre lo sugiere, el dios de la tecnología.

Aunque el Technical Boy toma un papel antagónico en la novela, elegí el nombre porque para mí representa dos oportunidades. La primera y más obvia es que combina una referencia de una de mis novelas favoritas con una de mis más grandes pasiones. Después de todo, ¿qué programador no se considera un dios de la tecnología? La segunda y quizás la que más justifique el nombre del blog, es que soy un insufrible tecnicista (altamente «técnico»). En otras palabras, le doy gran peso al «cómo» se expresa una idea o concepto, independientemente del si se logra o no comunicar la intención original (mis amigos saben a qué me refiero).

Contenido del blog

Éste será un blog sobre la vida en la más amplia de las definiciones. Hablaré de literatura, filosofía, ciencia, cultura, negocios, tecnología, arte, películas, amor, política, y lo que sea que, en mi introspección, me parezca relevante, en cualquier combinación que me parezca entretenida, y en la extensión que mi déficit de atención me permita. Como este blog es de carácter introspectivo, no me comprometo a proporcionar referencias bibliográficas para cada argumento que presente. Si en algun momento queda duda, es bastante seguro suponer (aprovecho para decir que «asumir» no se puede utilizar aquí como se utilizaría en inglés, y ya que estoy en esto, el «billion» gringo en español se dice «mil millones», ya que el el billón en español son un millón de millones) que la referencia soy yo, y esa es toda la autoridad que necesito.

Aunque es posible que no toque alguno(s) de estos temas, simplemente no quiero limitar el alcance de este blog porque eso me quitaría la libertad al escribir, y eso no lo queremos ni tu ni yo. A veces escribiré sobre lo que me de la gana. A veces tomaré en cuenta sugerencias (mi correo electrónico, twitter @technicalboy__ y la sección de comentarios debajo de cada entrada está a tu disposición). A lo que me comprometo es a siempre escribir de forma genuina, desde mi cínico y a veces, solo a veces, cursi corazón.

Te dejo con una pequeña pista, provista en esta ocasión a través de un aforismo Kierkegaardiano, de lo que te vas a llevar con este blog.

Lo que dicen los filósofos sobre la realidad es frecuentemente tan engañoso como cuando ves un letrero en una tienda de segunda mano que dice: «Aquí se plancha ropa». Si llevaras tu ropa a planchar, habrías sido engañado; el letrero está a la venta.

Diapsálmata, Søren Kierkegaard

¿Lo entendiste? Comparte tu interpretación en un comentario, o escríbeme por Twitter @technicalboy__ o por correo electrónico.

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